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¿Cuáles son las 4 películas de terror que no se deben ver en las organizaciones?

Para la correcta articulación entre cada uno de los miembros del equipo y los objetivos a los que le apuntan las organizaciones, deben existir estrategias que unan y conecten cada área de la compañía hacia dinámicas continuas que impulsen el aprovechamiento de las habilidades en el clima laboral. 

Sin embargo, dentro de los retos que representa este gran desafío, están los thrillers comunicacionales que provocan un gran suspenso y tensión emocional, dificultando un entorno laboral productivo. 

En Trensas, te ayudamos a identificar cuáles son las cuatro películas de terror que no se deben ver al interior de las organizaciones y qué hacer frente a ellas.

1.  Los fantasmas de la desmotivación: Esta película de terror es protagonizada por el desinterés e insatisfacción laboral, causantes del bajo rendimiento y productividad en las empresas. Para esto, la recomendación inicial es incentivar a los trabajadores de manera asertiva hacia los propósitos de la compañía por medio de experiencias favorables y valores corporativos. En este sentido, las organizaciones deben pensar acciones orientadas al aprovechamiento de las competencias comunicativas para promover el bienestar del equipo de trabajo y mejorar el clima laboral. 

¡No dejes que estos fantasmas le quiten la motivación a tu equipo!

2.  El terrible miedo de expresar dudas: Es escalofriante que dentro de las culturas propias de la organización existan “colaboradores invisibles” en la empresa. Cuando no se escucha y responde adecuadamente a las inquietudes de los miembros del equipo, estos pueden llegar a experimentar la misteriosa indiferencia, lo que da paso a silencios espantosos. Para evitarlo, se debe demostrar la importancia de los interrogantes como instrumentos valiosos para mejorar y direccionar acciones claves a los resultados que se quieren obtener en la compañía. 

Las empresas en silencio no funcionan asertivamente.

3. Los mensajes subliminales: En ocasiones, los mensajes que se esconden tras las máscaras oscuridad, dificultan la comprensión clara y transparente de lo que quieren obtener los colaboradores y de lo que pretende lograr la empresa. Un ambiente rodeado de confusiones espeluznantes conduce a las actividades, resultados y peticiones a la dirección incorrecta. Para esto es clave la comunicación interna como instrumento de gestión empresarial en calidad de estrategias que fomenten la transmisión y recepción bidireccional de la información.

Mantenerse tras la oscuridad de mensajes poco dificulta la comunicación asertiva.

4.  La muerte de la retroalimentación: Todo comunica. Es siniestro solo expresar si algo nos parece bien o mal. El reto se trata de encontrar en la variedad de ideas, aportes colectivos para fortalecer las relaciones laborales y alcanzar las metas planteadas dentro y fuera de la organización. Entender la retroalimentación como un proceso creativo que mejora e integra los pensamientos individuales para crear conexiones apasionadas en equipo, es contribuir significativamente a derribar las macabras barreras comunicacionales en el entorno de trabajo, basándose en la confianza, respeto, y la escucha activa/participativa.

¡Larga vida a los feedback! Abajo la muerte de la retroalimentación.

Si sientes que en tu compañía se ven estas películas de terror, no dudes en contactarnos, tenemos talleres personalizados  para unir, conectar y apasionar equipos de trabajo. ¡Alejemos juntos los miedos!

®️ Créditos de imágenes películas:

Casper 1995. Un lugar en silencio 2018. It (Eso) 2017. Scream, 2023.

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¿Conoces la diferencia entre retener y fidelizar el talento humano?

Hoy en día, las marcas, empresas u organizaciones que reconocen la importancia de establecer un entorno que identifica la importancia de las emociones y acciones de sus colaboradores, sobrellevan con menor dificultad las adversidades en el espacio laboral. Más allá de cumplir a la perfección un modelo de trabajo, se trata de motivar, cuidar, y conservar las relaciones para que cada miembro se sienta en un ambiente donde explore la productividad en equipo, es decir, fidelizarlos, no simplemente retenerlos.

Pero, ¿a qué se refiere el término ‘retener’ el talento? En gran medida, esta frase se le atribuye a mantener a los empleados en la organización, evitando su salida o rotación. El enfoque de este concepto radica en crear un entorno que atrape el talento por un beneficio en particular, incentivando a que el colaborador abandone la organización y busque otras oportunidades laborales por sentirse insatisfecho desempeñando sus roles o funciones.

Por ejemplo, en algunas compañías no le dan demasiada relevancia a las emociones de los colaboradores o al nivel de satisfacción que tienen con respecto al entorno que los rodea, quizá por desconocimiento, o por fijarse solo en las “bajas cifras de salida”. Sin embargo, una de las tantas razones por las cuales los empleados quedan “retenidos”, son los beneficios de recibir un salario.

De esta forma, las empresas van dejando en el olvido otras políticas de bienestar que son supremamente importantes, como el fortalecimiento del equipo a través de actividades que promuevan la participación y confianza interna.

En este sentido, existe una alteración con la realidad de los colaboradores y lo que la compañía cree saber lo que les satisface o no a ellos.

Por su parte, la ‘fidelización’  y bienestar del talento humano implica construir una relación duradera y fuerte entre la organización y sus colaboradores para obtener resultados que le apuntan principalmente a la productividad de la compañía. En un amplio sentido, se trata de generar un sentido de pertenencia, motivación y lealtad hacia la empresa. Básicamente podríamos resumirlo en la premisa; para qué crear estrategias de retención a los colaboradores, si el reto es trabajar día a día por mejorar las condiciones de su entorno y de este modo influir positivamente a que elijan quedarse por convicción.

Un entorno rodeado de bienestar, no retiene, fideliza.

Para lograr esto, hay diferentes factores a los que podemos acudir, tales como:

  • Reconocimiento o recompensas por desempeño.
  • Programas de desarrollo y capacitaciones personalizadas.
  • Oportunidades de participación en la toma de decisiones.
  •  Apuesta de cara a fortalecer una cultura organizacional sólida y valores compartidos. 

Y de esta forma, darle vida propia a la fidelización del talento, que no solo se interesa en mantener a los empleados en la empresa, sino propiciar razones que  los convierten en embajadores y promotores de la organización a largo plazo.

Atraer y trabajar conjuntamente es el proceso de hilos trenzados que conduce a acciones asertivas para alcanzar el crecimiento y éxito de la empresa, independientemente de las barreras que se deban enfrentar.

Y tú, ¿crees que tu empresa aplica las políticas de bienestar correctas para retener o fidelizar talento?