El mayor reto que puede tener un ser humano es su propia transformación en tiempos de incertidumbre. Ir más allá cuando la situación lo permite, es tarea fácil. Caso contrario es cuando las posibilidades y realidades están en contra del individuo.

¿Qué hacer en esta situación atípica y profundamente disruptiva de nuestras costumbres y formas de operar en el día a día?

Lo primero, es mantener la calma y re-definir nuestras prioridades y metas. Esto tiene que ver con hacer acuerdos personales y sociales que nos permitan encontrar nuevas y mejores formas de hacer las cosas, sin renunciar a nuestra esencia y sin pasar por encima de los otros, o ceder ante nuestros caprichos o los de los demás.

En efecto, los tiempos inciertos requieren la mejor versión de nosotros.  Una versión comprometida, auto empoderada y con discernimiento frente a la adversidad. También requieren una actitud positiva que nos impulse a explorar nuevas alternativas, a hacer un uso responsable de las tecnologías y a un aprovechamiento (en sentido de urgencia) del tiempo y sus limitaciones. En tal sentido, la invitación es que reconsideremos qué es lo importante y qué no, a que evaluemos qué funciona y qué no para producir más y mejor y finalmente, a que nos comprometamos con alcanzar logros que transformen nuestra realidad, la de nuestros seres queridos y por qué no, la de la sociedad. Todo es posible, ahora que cambiar, no es una opción.

Autor:

Pablo Senior

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