Pasar de ser un vendedor tradicional a GESTOR COMERCIAL, requiere de aprender, apropiar y aplicar ciertas habilidades que, combinadas con la convicción de lo que vendes y cumplir tu promesa de venta, te llevarán a tener un proceso comercial exitoso con tus clientes.

Hoy todos queremos vender, sí, y por alguna extraña razón se ha creado el imaginario de que la venta es algo que ocurre mágicamente, si tú ofreces un buen producto o servicio, y alguien lo necesita. Suena simple la fórmula, pero lo cierto es que pasa algo mucho más complejo detrás de ella.

Como lo dice el título, la venta es un proceso comunicativo, que va más allá de deslumbrar a un cliente con tu promesa de venta, o diciendo que tu producto es mejor que otro. Cuando alguien te compra, no compra tu producto, sino tu identidad, quién eres, tus valores, tu diferencial, tu valor agregado, que cumplas lo que dice tu promesa de venta y todo lo demás que conforma el SER de tu marca.

¿Y dónde entra la comunicación aquí?

Pues simple: nada de lo que mencionamos anteriormente puede llegar a tu cliente si no lo sabes comunicar, y es aquí donde entra las habilidades que tú como GESTOR COMERCIAL, no como un vendedor tradicional, debes conocer, aprender, apropiar y aplicar. Este proceso comunicativo se da a partir de ciertos elementos, que son los siguientes:

  • Emisor: Es la persona que abre el proceso, la que cuenta con una gran fuente de información. Inicialmente coincide con la figura del vendedor. 
  • Perceptor: Es el destinatario del mensaje.
  • Contenido: Es el mensaje que se quiere transmitir, que generalmente coincide con los argumentos de venta del producto o servicio.
  • Código: Son las distintas formas y estilos que tiene el vendedor de transmitir el mensaje.
  • Canal de Transmisión: Es el medio por el cual se canaliza el mensaje codificado.
  • Feedback:  Es la variable que va a medir la efectividad del proceso de comunicación. Si el receptor responde es que la comunicación ha sido eficaz. Es en este momento cuando el emisor pasa a perceptor y viceversa.

Todos los elementos son importantes

A partir de reconocer y hacer buen uso de estos elementos, podremos garantizar llevar a buen término el objetivo, y esto sólo sucederá si el cliente ha recibido bien el mensaje, lo ha comprendido y lo ha aceptado, lo que sin duda se manifiesta en el interés de ese perceptor por tu producto o servicio. Por tanto, en TODO proceso de venta debe existir uno de comunicación, en el que converjan todos aquellos elementos que lo conforman, tus habilidades comunicativas, la convicción de lo que vendes y por supuesto, saber comunicarla.

 

Autor:

Kathy Parra 

   @KpComunicaciónEstratégica